Tenía las coordenadas para llegar a la boda de Verena como pistas para un rally. En uno de los trenes me apendejé y el resultado fue que a Badenweiler llegara dos horas tarde a la boda. Encontré el lugar de la ceremonia subido en lo más alto de un parque-balneario, donde todo ya había acabado. Pétalos tirados hace muy poco y nada más. Nadie. Con un mameluco envuelto para regalo en la mochila, volví a atravesar la Selva Negra ahora hacia arriba para llegar a emborracharme con urgencia. Y eso sí fue un gran éxito.
4 comentarios:
tus aventuras!
mis favoritas.
:)
dorian me platica de ti
me dice que eres un buen chico
saludos jaja
todos te adoran, ¿te has dado cuenta?
saludous
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