rubio


"Swedish Soldier" Collier Schorr


Leí una vez la idea de que los hombres rubios se encuentran más cercanos a las mujeres que los castaños, que se ubican justo entre esos dos polos. Una idea a primer oído demasiado básica, que a mí, por la misma razón, me pareció interesante.
Los científicos nazis querían que si eran pocos los cambios rastreados - que no rastreables, como debía ser- entre el rostro de un negro y un mono, se pudiera directamente asegurar que su evolución en cualquier otro sentido había sido igual de reducida. 
Y esa es a la fecha mi propuesta favorita de familiarización con el prospecto de lugar común de que "todos somos un poco nazis", que no aceptaría sólo para decir otra vez que sí, que somos monstruosos, pero sí para que somos estúpidos: fundamos nuestra acción en ideas fáciles. 
De esa forma es como funcionamos siempre que no se nos orilla a lo contrario. Por ejemplo, si alguien propone dibujar un cabello, su dibujo más probablemente será negro que rubio. No porque se de una crayola negra y otra rota, sino porque el pelo negro nos es más pelo que un pelo rubio. Quizás porque el negro para nosotros está más presente que algún color que representaría al rubio. Tal vez porque alguna vez vimos que un vestido negro fotografiaba cada año más pálido, hasta aparecer ("instante fatal" en el que aún no se es lo que se va a ser ni se ha dejado de ser lo que se fue) un año -su último- en una caja que le encontramos escondida a la madre.  Y porque el negro está más aquí, el pelo negro es más pelo que el pelo rubio. Porque el negro es el color de lo que sigue entre nosotros, el pelo que queremos tocar pensándolo tiene que ser negro.
Y luego, en la lista del credo exprés que nos guía a quién sabe dónde, tenemos que un hombre peludo es más hombre.
Si revisamos lo que ya dijimos sigue eso con lo que empecé a hablar hoy: que el rubio es mitad mujer y mitad hombre.

No hay comentarios: