NEW DEAL
Ayer al encontrarme con un artículo que decía con quinientas mil palabras que está cabrón andar en bici en el DF y que qué poca madre y bla, y bla, y bla, pensé en mis meses activosos, ya viejos, cuando estaba tan seguro de que había manera de hacer productivo un encabronamiento, de que había una manera adecuada de calmarme, reflejarlo y hacer nacer "bienestar". Y es que necesitaba amigos y los que pintaban para serlo en la Facultad, entre los que probablemente acabaría por perder menos, resultaban ser también los que traían en la sangre el pedo "viva la bici", por razones que, como las mías, al final a nadie le importan. O leía Hobbes muy a mi apática manera. O de verdad fui feliz por muy corto tiempo y ni me di -ni me doy- cuenta. Cualquiera de esos trucos para no sentirse solo. El caso es que este new found artículo me aclaró a qué clase de new deal me he amarrado en un sentido amplio-amplio. El artículo terminaba diciendo algo como "¿cuándo va a cambiar la ciudad? Eso depende de cada uno". Yeah right. Mi alma gritó: HUEEEEEEEEEVA. Yo no ando de humor para sentirme del tamaño de la esfinge.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
uf!
fuertes declaraciones
Publicar un comentario